La medicina privada juega un papel fundamental en el sistema de salud, pero cada vez es más difícil seguir siendo rentable. La presión que ejerce las aseguradoras sigue en aumento a la vez que los costes de la clínica también siguen creciendo. Las cargas administrativas sobre el personal médico aumentan en detrimento de la atención al paciente, además de causar un grado de insatisfacción en la calidad de vida del médico.
Las exigencias en la Gestion Clinica del sistema de salud, tanto público como privado, están en aumento. Los profesionales de la salud cada vez obtienen menos facilidades; recortes en la Seguridad Social,